La mayoría de los adultos estarían de acuerdo en que la relación con los niños debería ser respetuosa. Después de todo, el respeto es un derecho universal. El problema yace cuando lo que se asevera no es exactamente coherente con lo que se hace. Y es que el respeto debería ser igual para todos, o más especifico: deberíamos respetar a todas las personas de la misma forma. Especialmente los niños.
La relación entre un adulto y un niño, muchas veces dista de ser respetuosa, y son especialmente los niños quienes deberían ver modelado el respeto en el trato mutuo. El impacto social que tiene tratar a nuestros hijos diferente es radical. Eloise Rickman lo explica así:
“Como padres, lo más eficaz que podemos hacer es modelar el tipo de comportamiento que queremos ver, mostrándonos como la clase de humanos en los que nos gustaría que crecieran nuestros hijos.”
Extraordinary Parenting: The Essential Guide to Parenting and Educating at Home
Tristemente nuestra cultura esta programada para tratar a los niños de forma diferente. Incluso con acciones que posiblemente serian consideradas faltas de respeto si se emplearan en un adulto. Esto me ha hecho reflexionar en como debería comportarme con mi hijo. En esos pequeños detalles, que después de todo si importan. A esforzarme en escuchar lo que tiene que decirme, incluso si no lo entiendo o simplemente -pareciera- no ser de importancia. He reconsiderado hablar de el a otras personas, especialmente si es algo negativo y el no esta presente o lo esta, pero es algo que podría afectarle. Y he aprendido a valorar y ser paciente en su aprendizaje, incluso si eso implica volver a instruirlo en algo que muchas veces antes hemos estado trabajando y que seguramente sucederá unas veces más.
Si empleara en un adulto todas estas situaciones de forma opuesta seguramente me etiquetarías de irrespetuosa. Porque no es educado, ignorar a un adulto que esta compartiendo una opinión o simplemente hacerlo de menos frente a otros por que lo que esta diciendo es considerado sin valor. Tampoco lo es pedirle que haga silencio y enviarlo a hacer otra cosa porque esto no es de su interés. No es respetuoso hablar mal de alguien, o de cosas personales sin que la persona este presente o si podría afectarle. Y tampoco lo es, impacientarse simplemente porque alguien aún no ha logrado con destreza aprender algo que lleva poco tiempo de conocer. Y es que, si lo ves desde ese punto de vista, empiezas a notar de que tal vez no hemos sido totalmente respetuosos con nuestros hijos. Y que en nuestra relación con los niños aún falta hacer cambios.
Con vergüenza admito que son muchas las veces que no he tratado a mi hijo con el respeto que debería. Y ha sido en el proceso de desarrollar conciencia de mi responsabilidad y el impacto de mis acciones en mi hijo, que he empezado a descubrir que hay formas diferentes de instruir. Tal vez lo que se acostumbra hacer no es lo mejor. Tal vez criar a nuestros hijos con amor y respeto puedan tener un profundo impacto en sus vidas y en nuestra sociedad.
«La crianza de los hijos puede ser un acto verdaderamente radical. La manera en que criamos a nuestros hijos puede tener un profundo impacto positivo (o negativo) en nuestras familias, nuestras comunidades y nuestro mundo.»
– Eloise Rickman –
Extraordinary Parenting: The Essential Guide to Parenting and Educating at Home
¿Cómo puedes cultivar una relación más respetuosa con un niño? Comienza con pequeños cambios como estos:
- Considera lo que vas a hablar del niño a otras personas.
Aunque los niños parecen no estar prestando atención, lo están haciendo. Pueden escuchar lo que dices de ellos y puedo asegurarte que lo que estas diciendo puede afectarle. Si no hablas mal de un adulto frente al mismo, no lo hagas con un niño.
- Resuelve una interrupción de forma respetuosa.
No se trata de dejar todo para escuchar lo que un niño tenga que decir, sino indicarle con respeto que en un momento podrás atenderlo. - Escucha atentamente lo que tienen que decir.
Aunque a veces no lo entiendas o parezca no tener importancia, la opinión del niño es valiosa porque el lo considera así. Si te esfuerzas por poner atención seguramente encontraras interesante sus deducciones o simplemente le habrás demostrado que escuchar la opinión de todos es importante.
- Ten paciencia en su aprendizaje.
Muéstrale una y otra vez la forma correcta de realizar las cosas. Recuerda las veces que has aprendido algo nuevo y la cantidad de veces que te has equivocado. Aprender es difícil y requiere práctica.
- Valora sus sentimientos.
Cuando ves a un adulto llorando, incluso si la razón no te parece coherente seria inusual decirle que deje de llorar por cosas sin sentido. Guardarías silencio o incluso tratarías de consolarlo. Ten este mismo acercamiento con los niños. El sufrimiento es real para ellos también.
- Pide perdón.
Todos nos equivocamos. El perdón es parte del respeto que puedes mostrarle a un niño, además de enseñarle como pueden responder ante sus faltas.
Siempre hay nuevas formas de mejorar nuestro respeto hacia los demás. ¿Por qué no empezar por aquí? …Sin embargo, son muchos los cambios que podemos hacer para mejorar nuestra relación con los niños. ¿Se te ocurren algunos más?